Pope John Paul II is pictured with Carmelite Sister Lucia dos Santos, the last of the three Fatima visionaries alive in 1991. Recent popes have had a special affection for Our Lady of Fatima, but no pope’s connection can match that of now St. John Paul II. (CNS photo/Joao Paul Trindade via EPA)

A lo largo de la historia de la salvación, Dios decide usar lo que parece demasiado pequeño e insignificante para llevar a cabo sus propósitos. Pequeñas realidades, personas comunes y ordinarias, así como los niños pobres de Fátima, como la familia.

Esta es la cuarta de una serie de reflexiones del Obispo Thomas J. Olmsted sobre Nuestra Señora de Fátima.

En el momento de las apariciones de Nuestra Señora a Jacinta, Francisco y Lucía, ninguno de ellos era mayor de 10 años, ninguno de ellos podía aún leer ni escribir, y dos de ellos no vivirían por mucho tiempo. Cuando Jacinta y Francisco, de 7 y 9 años respectivamente, supieron que sus vidas en la tierra iban a terminar pronto, no estuvieron trastornados. Deseaban estar con Jesús y su Madre en el cielo. Dentro de dos años de las apariciones de María, murieron en una epidemia de gripe y, como lo demuestra su reciente canonización por el Papa Francisco, se unieron a los santos en el cielo.

Sólo Lucía dos Santos, a la edad de 10 años, tenía una misión que llamó para una larga vida. Nuestra Señora le dijo que debía aprender a leer y escribir, y que sería su tarea compartir el mensaje de Fátima con el mundo.

En la tercera de las seis apariciones de Nuestra Señora, María mostró a los niños sorprendentes imágenes, incluyendo una inquietante del Santo Padre, vestido con su sotana blanca, escalando una montaña y pasando por una ciudad en ruinas a la cabeza de una procesión grande. En la visión, él fue baleado y muerto, y también los que siguieron a él fueron martirizados. Los niños tenían la impresión de que esta visión era un presagio de los acontecimientos futuros.

La batalla que rodea el matrimonio y la familia

El Reverendísimo Thomas J. Olmsted es le obispo de la Diócesis de Phoenix. Fue instalado como el cuatro obispo de Phoenix el 20 de diciembre de 2003, y es el líder espiritual de los 1,1 millones católicos en la diócesis.

La descripción de la Hna. Lucía de la visión del 13 de julio de 1917 pasó a denominarse el “Tercer Secreto” de Fátima. El Papa San Juan XXIII y el Papa Pablo VI leyeron el relato de la Hna. Lucía, y discernieron que el momento no era apropiado para compartirlo.

El Tercer Secreto no fue divulgado hasta 1984 cuando San Juan Pablo II lo hizo conocido. ¿Por qué este momento? El Santo Padre, con quien yo estaba trabajando en aquel momento en Roma, estaba convencido de que el Papa en la visión se refería a sí mismo. ¿Por qué? Porque el 13 de mayo de 1981, el 64º aniversario de la primera de las apariciones de Fátima, él fue baleado por un aspirante a asesino y, luego, milagrosamente Dios “devolvió la vida”.

Novena de 54 días y consagración al Inmaculado Corazón de María

21 de agosto: Inicio de la Novena

13 de octubre: consagración

Tiempo para acompañar a Nuestra Señora de Fátima a través de la oración, la penitencia y la evangelización; de manera particular, alentando el rezo del Rosario en familia todos los días por la conversión de los corazones y la paz en el mundo.

Informes: dphx.org/fatima

En el momento de la tentativa del asesinato, San Juan Pablo II estaba en camino para anunciar públicamente la creación de un nuevo instituto educativo, que profundizaría el entendimiento de la Iglesia del cuidado pastoral y la evangelización sobre el matrimonio y la familia. La fundación tuvo que ser aplazada hasta que el Santo Padre recuperó su salud, pero el resultante Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia de hecho fue establecido más adelante en el año. Hoy en día, el Instituto se dedica a Nuestra Señora de Fátima.

Mientras el Instituto comenzó su misión vital con su primer presidente, el Cardenal Carlo Caffarra se sintió tan abrumado por la intensa batalla espiritual que él enfrentaba y escribió a la Hna. Lucía para pedir oraciones. Para su sorpresa, recibió una larga carta de ella sólo unas semanas más tarde. En esta carta, la Hna. Lucía lo hizo sin pelos en la lengua, diciendo: “La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será acerca del matrimonio y de la familia. [Pero] no teman porque cualquiera que actúe a favor de la santidad del matrimonio y de la familia siempre será combatido y enfrentado en todas las formas, porque ésta es el punto decisivo. … Sin embargo, Nuestra Señora ya ha aplastado su cabeza”.

¿Por qué es la familia tan atacada por el maligno? El Papa Francisco lo explicaba así: “Cuando Dios termina la obra de la creación y realiza su obra maestra; la obra maestra es el hombre y la mujer. Y aquí, Jesús comienza precisamente sus milagros con esta obra maestra, en un matrimonio, en una fiesta de bodas: un hombre y una mujer. … El hombre y la mujer que se aman. ¡Esta es la obra maestra!” (Audiencia General, 29 de abril de 2015).

Pope John Paul II is assisted by aides after being shot in St. Peter’s Square May 13, 1981. Bullets fired by Turkish gunman Mehmet Ali Agca struck the pope’s hand and lower abdomen as he rode in an open jeep greeting pilgrims on the feast of Our Lady of Fatima. His personal secretary, Msgr. Stanislaw Dziwisz, is pictured over the pope’s left shoulder. (CNS photo/L’Osservatore Romano) (March 20, 2014) See stories SAINTS- to come.

Nunca abandonado

Nosotros, los obispos y sacerdotes, somos conscientes del impacto de ataques espirituales sobre las familias bajo nuestro cuidado. Por nuestra parte, oramos fervientemente por nuestros matrimonios y sus familias y nos esforzamos para que los sacramentos estén generosamente disponibles para nutrirlas y fortalecerlas. También enseñamos la plenitud de la verdad de la familia, incluyendo la indisolubilidad del matrimonio, y el acto conyugal abierto a la vida así como presentado proféticamente en Humanae Vitae. Cuando hacemos esto, a veces hay resistencia cuando presentamos el plan de Dios para el matrimonio y la familia; pero a menudo, la respuesta de los fieles es gratitud.

En todos estos esfuerzos, tenemos una aliada dispuesta en Nuestra Señora de Fátima. Confiado de esto, públicamente se consagrará nuestra diócesis a su Inmaculado Corazón el 13 de octubre, en el 100º aniversario de su última aparición a los niños de Fátima. Dado que el papel de los padres católicos en sus casas es análogo a mi papel como obispo de nuestra diócesis, hago una petición urgente a todos los padres. Por favor únase conmigo por guiar a su familia en oración diaria durante un novena de 54 días a Nuestra Señora a partir del 21 de agosto, vigilia de la fiesta de la Reina María y continuando hasta el 13 de octubre. De esta manera, se consagran en una manera poderosa su iglesia doméstica al corazón maternal de Nuestra Señora. Seguro que ella no dejará de interceder por su familia, confíen a ella todos los desafíos que ahora se enfrentan y se enfrentarán en el futuro.

Su familia, como los niños de Fátima, no es demasiado pequeña para ser usada por el Señor para llevar a cabo Su plan increíble.