Mimi y Tom Condon sentado con sus niños adoptados (desde la izquierda) Destin, Tommy, Isaac y David. Adoptaron sus niños a través del Programa Cuidado Temporal de Caridades Católicas. (John Bering/CATHOLIC SUN)
Programa Cuidado Temporal de Caridades Católicas

El programa tiene sesiones mensuales de información sobre cuidado temporal y adopción.

INFORMES: Sally Gramke por sgramke@cc-az.org o (602) 943-3843

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En 2005, Mimi Condon vio un anuncio en El Sol Católico que reclutó a padres sustitutos.

“Oí que había más de 10,000 niños que necesitaban un hogar”, dijo Condon. “[Mi esposo y yo] hablamos con nuestras hijas. Tenían la edad suficiente para ser involucradas”.

Sus hijas, adolescentes durante ese tiempo, estaban “a bordo”. Como una Católica que trabajaba en una escuela Católica en aquel tiempo, Condon estimó que la organización fue una buena opción. La pareja comenzó una revisión de antecedentes, tomó clases y dentro de un año, estaba proporcionando cuidado temporal a sus primeros niños.

“Me sentí cómoda con Caridades Católicas”, dijo Condon. “Eran fantásticos”.

David Condon (derecho) ayuda su hermano menor, Isaac, a colorear. (John Bering/CATHOLIC SUN)

Condon dijo que la familia fue asignada a un agente de licencias, Alaenya Bailey, que ayudaba en cada paso mientras que su familia estaba proporcionando cuidado temporal.

“Ella fue mi apoyo”, dijo Condon. “Pasé por muchos momentos difíciles en nuestro viaje y ella siempre estaba presente para mí”.

Después de cuidar a unos 15 niños y adoptando a cuatro de ellos, la familia ahora está terminando su licencia, pero Condon sirve todavía como un Defensor Especial o CASA, como es conocido por sus siglas en inglés.

En los 13 años desde que la familia Condon comenzó a proporcionar cuidado temporal a los niños, el número de niños en Arizona en cuidado temporal ha aumentado a 18,000. La necesidad es grande y Condon alienta a las familias a considerar servir como una familia substituta.

“Si ya tienes hijos, el regalo más grande por ser un padre substituto no es sólo dar amor incondicional al niño, pero también el crecimiento que experimentan sus propios hijos”, dijo Condon.

“Juan” Amanzai risa con su familia durante el almuerzo. La familia Amanzai, con la ayuda del programa de refugiados de Caridades Católicas, está prosperando en su nuevo hogar en los Estados Unidos. (John Bering/CATHOLIC SUN)
La Campaña de Caridad y Desarrollo (CDA)

La CDA apoya las obras de la Diócesis de Phoenix a través de más de 70 organizaciones caritativas y comunitarias en la Diócesis de Phoenix.

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Apoyo de cuidado temporal es uno de muchos programas de Caridades Católicas que se benefician de la Campaña de Caridad y Desarrollo (CDA, como es conocido por sus siglas en inglés). Con el apoyo de la CDA, Caridades Católicas puede también ayudar a restablecer los refugiados en los Estados Unidos a través de su programa de reasentamiento de refugiados.

“Juan” Amanzai, su esposa y sus seis hijos llegaron a los Estados Unidos desde Afganistán en mayo pasado. En ocho meses, Amanzai ha conseguido empleo, su familia se ha trasladado a su propia vivienda, sus hijos ya hablan a inglés, y la familia ha encontrado una comunidad de amigos.

“Uno tiene que empujarse para lograr lo que necesita lograr”, dijo Amanzai.

Dijo que está agradecido por la ayuda de Caridades Católicas, que guió a la familia a través de sus tres primeros meses en los Estados Unidos. Planea ir a la universidad, y uno de sus objetivos es ayudar a sus hijos a tener éxito en su nuevo país.

“La esperanza más grande para mí es la educación para que ellos puedan planificar sus propias vidas”, dijo Amanzai.

Programa Reasentamiento de Refugiados de Caridades Católicas

El programa necesita ayuda para contratar gente recién llegada, ayuda administrativa y con los suministros y bienes.

INFORMES: Daniel Kelly por dkelly@cc-az.org o (602) 749-4445

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El programa de refugiados de Caridades Católicas comenzó en 1975 para ayudar a las familias de refugiados Vietnamitas que huyeron de su país. Ahora hay más de 62,000 refugiados en Arizona que han tenido que abandonar su país para escapar de la violencia. La ayuda del programa de Caridades Católicas ayuda darles la bienvenida a los Estados Unidos, encontrar vivienda inicial, recibir orientación social, encontrar puestos de trabajo e inscribirse a miembros de la familia en programas de salud, clases de inglés y los niños en las escuelas.

“Todo lo que hacemos se centra en el objetivo de ayudarles a ser económicamente y socialmente independientes tan pronto como sea posible después de su llegada en los Estados Unidos”, dijo Joanne Morales, director de reasentamiento de refugiados para Caridades Católicas.

“Juan” Amanzai sentado con su familia. (John Bering/CATHOLIC SUN)

“En Caridades Católicas, estamos siguiendo los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, [especialmente] el Evangelio de Mateo de acoger al extranjero”, dijo Morales. “La misión de nuestra agencia es ayudar a los más vulnerables de nuestra comunidad, y son algunas de las personas más vulnerables del mundo”.

Tamara Bohannon, vicepresidente de la filantropía para Caridades Católicas, dijo que no podían proporcionar “apoyo integral sin financiación privada”.

“El hilo conductor de todos nuestros programas es que ayudamos a gente en crisis, les ayudamos a conseguir estabilidad y a prosperar”, dijo. “Nuestra visión es que continuemos siendo capaces de seguir prestando servicios para dar a la juventud un futuro, proporcionar refugio y fortalecer a las familias y añadir servicios de prevención muy necesaria por lo que disminuye el número de personas que vemos en crisis”.