La Hna. Martha Mary Carpenter, FSCC, directora de la Escuela Misión Nativo Americana San Pedro en Bapchule, ayuda a los estudiantes Nativo Americanos en la clase. Es la única escuela Católica en las reservaciones en la diócesis y recibe apoyo por la CDA. (John Bering/CATHOLIC SUN)
La Campaña de Caridad y Desarrollo (CDA)

La CDA apoya las obras de la Diócesis de Phoenix a través de más de 70 organizaciones caritativas y comunitarias en la Diócesis de Phoenix.

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En la Escuela Misión Nativo Americana San Pedro en Bapchule, Patricia Brown pasa muchas horas al año ayudando a las familias a llenar los formularios de becas para cubrir los $5.000 de la matrícula estudiantil.

“Es más en el papel que en la realidad. Las familias no pueden pagar”, dijo Brown sobre la matrícula anual. “Aquí es donde la CDA (Campaña de Caridad y Desarrollo) viene a ayudarnos.”

Como funcionaria financiera del Ministerio Nativo Americano, Brown lleva muchos sombreros, aunque ayudando a familias a descubrir maneras de dar a sus hijos una educación Católica es su trabajo más gratificante.

“Ves a los niños y lo que su puede ser su potencial, y es emocionante”, señaló.

La escuela Católica desde la preescolar hasta el octavo, establecido en la reservación en 1923, tiene un staff de 40 personas. Cada nivel requiere un ayudante en el aula, y dado que muchos de los estudiantes están por debajo de la línea de pobreza, la escuela sirve desayuno y almuerzo cada día.

Brown ha visto a muchos estudiantes prosperar en el ambiente académico y saludable de la escuela. Lejos de las pandillas, las drogas y el abuso de alcohol, la escuela es un refugio seguro para ellos.

“El Obispo [Thomas J.] Olmsted nos llama el diamante en el desierto porque es un lugar al que ellos pueden venir”, dijo Brown de los estudiantes.

San Pedro ha tenido varios estudiantes que asisten a preparatorias Católicas y luego a la universidad, subrayó.

“En este momento, el mayor desafío para los estudiantes para continuar en las escuelas preparatorias Católicas es la financiación para la matrícula”, aseveró.

Ginger Ortiz, una asistente para todos los grados en la escuela, ahora tiene su propio hijo en San Pedro.

“Lo que más me gusta es que es muy orientada a la familia y acogedora”, dijo. “Debido a que es pequeña, podemos estar más uno-a-uno con los estudiantes”.

Indicó que los estudiantes aprenden sobre su fe y también su cultura Pima a través de clases tres veces a la semana.

La Hna. Martha Mary Carpenter de las Hermanas Franciscanas de la Caridad Cristiana, quien es la directora, dijo que San Pedro es la “única escuela Católica en toda la reservación”.

“Como tal, creo que somos el centro de la evangelización”, destacó la Hna. Martha Mary. “Los niños tienen una manera de atraer a sus familias en su comunidad”, agregó.

El Obispo Thomas J. Olmsted saluda a estudiantes de la Escuela Misión Nativo Americana San Pedro después de celebrar la Misa en la misma parroquia el 11 de octubre del 2017. Atrás de él es el P. Alcuin Hurl de los Frailes Franciscanos del Espíritu Santo, quien sirven en los Ministros Nativo Americanos a través de la diócesis. (John Bering/CATHOLIC SUN)

Dijo que este año la parroquia acogió a 24 dentro de la Católica Iglesia el Sábado Santo.

“Sin la CDA no podríamos hacer lo que hacemos”, dijo la Hna. Martha Mary. Lo que los fieles Católicos hacen mejor es “dar esperanza”, agregó.

“La cosa que más me gusta de mi trabajo es que soy capaz de establecer un ambiente donde nuestros hijos pueden crecer más cerca a Cristo y el uno al otro. Como administradora, eso quiere decir que establezco la atmósfera de fe, esperanza y amor”.

Hay son ocho iglesias de misión en cuatro diferentes reservaciones a través de la diócesis, comentó el P. Antonio Tinker, FHS, director del Ministerio Nativo Americano.

Cuando los Frailes Franciscanos del Espíritu Santo llegaron a la diócesis hace tres años, sólo había un sacerdote sirviendo en las reservaciones, pero no vivía allí. Los frailes establecieron su residencia en un antiguo convento junto a la Parroquia San Juan Bautista en Laveen — también en una reservación — como presencia permanente. También establecieron dos grupos de jóvenes en la parroquia, comenzaron celebrando una Misa semanal en la escuela y crearon un horario regular de Misas, confesiones y educación religiosa.

“La pobreza en nuestra comunidad es una realidad física, espiritual y emocional”, dijo el P. Antonio. “No hay escasez de asuntos pastorales con los que hay que lidiar — ningún día es el mismo. Tienes un poco de todo.