por Victor Vela
Gerente, Cementerio Católico del Santo Redentor
Diócesis de Phoenix

 

El Cementerio del Santo Redentor ha sido un lugar de belleza en el norte de Phoenix desde que abrió sus puertas en el 2000. Familias acuden a nuestra tranquila propiedad para reunirse en nuestros verdes jardines y bajo las sombras de nuestros árboles, mientras recuerdan a aquellos que se han ido antes que ellos.

“…estoy muy orgulloso de poder ofrecer a las familias un lugar tan hermoso para descansar en paz. ”

Mientras celebramos 20 años sirviendo a la comunidad, estamos dichosos de ofrecer a las familias otra opción para el descanso de sus seres queridos o de ocuparnos de pre-planear sus propias necesidades. Muy pronto vamos a abrir nuestro primer templo mausoleo para quienes prefieren un espacio de cripta en lugar de un entierro tradicional en la tierra.

El Mausoleo nuevo cuenta con más de 500 espacios de cripta, 48 nichos de pedestal de mármol y un cuarto con clima controlado de nichos de cristal de primera calidad para servir a nuestra creciente población. En la actualidad estamos afinando los últimos detalles, incluyendo los vitrales diseñados por Daprato Rigali de Chicago, presentando elegantes representaciones de la Hermana Santa Faustina y la Divina Misericordia, así como diseñando los jardines. Estamos ansiosos de compartir todo esto con nuestras familias para que ellos los puedan disfrutar en los años venideros.

Como gerente del Santo Redentor, estoy muy orgulloso de poder ofrecer a las familias un lugar tan hermoso para descansar en paz. Tenemos mucho cuidado en el mantenimiento de nuestros jardines, mismos que están diseñados para enaltecer el ambiente del desierto y crear una sensación de tranquilidad para todos los visitantes. El elogio más grande es cuando una familia escribe para compartir cómo el aspecto de nuestra localidad les dio consuelo en su dolor.

Servir a las familias de esta manera es la razón por la cual vine a trabajar al Santo Redentor. Después de muchos años en la industria comercial, sentí que algo me hacía falta. Aquí, encuentro una gran satisfacción ayudando a las familias en su tiempo de necesidad. Cuando me voy a casa al final del día, me voy sabiendo que he ayudado a otros a sobrellevar uno de los momentos más difíciles de su vida, sin dificultades y de la manera más rápida como me fue posible.

Es un honor que las familias nos confíen a sus seres queridos, sabiendo que nosotros los cuidaremos ahora y en el futuro.

Muchas bendiciones

Vic Vela