Los dos nuevos sacerdotes el P. Christopher Gossen (extremo izquierdo) y el P. Pedro Teresa McConnell, FHS (extremo derecho), unen con el Obispo Thomas J. Olmsted y el Obispo Auxiliar Bishop Eduardo A. Nevares después de su Misa de Ordination el 1 de junio en la Catedral Ss. Simón y Judas. (Billy Hardiman/CATHOLIC SUN)

Diócesis está de plácemes por la ordenación de dos nuevos sacerdotes

La Diócesis de Phoenix está de plácemes por la ordenación de dos nuevos sacerdotes a cargo del Obispo Thomas J. Olmsted, durante una solemne ceremonia el 1 de junio en la Catedral Ss. Simón y Judas, en la que también participaron el Obispo Auxiliar Eduardo A. Nevares, más 60 sacerdotes y decenas de diáconos, con la asistencia de centenares de fieles.

Los nuevos presbíteros son el P. Christopher Gossen y el P. Pedro Teresa McConnell, FHS; el primero fue asignado a servir en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Glendale, mientras que el miembro de los Frailes Franciscanos del Espíritu Santo servirá en los Ministerios Nativos Americanos, específicamente en las Parroquias San Juan Bautista, en Laveen, y San Pedro, en Bapchule, y sus misiones.

La celebración dio inicio con una procesión por parte de los obispos, los celebrantes y el resto de los ministros y acólitos, incluyendo a los dos nuevos diáconos transicionales que fueron ordenado el fin de semana pasado, Estevan Wetzel y Kevin Penkalski, entre ellos los que estaban a punto de ser ordenados. Todos resguardados por los Caballeros de Colón y los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro. Mientras el coro y pueblo entonaban al unísono el canto “Jesucristo ha resucitado hoy”.

Cabe subrayar que al frente, en los asientos principales, fueron instalados los familiares de los aún Diáconos Gossen y McConnell, entre ellos sus progenitores, quienes irradiaban felicidad por ver a uno de los suyos consagrarse al Señor y abrazar el sacerdocio.

Cada uno de los candidatos se sentó junto a sus padres, dando inicio así el acto litúrgico; el P. Paul Sullivan, director diocesano de vocaciones, se encargó de presentarlos ante el obispo y la asamblea ahí reunida; por separado ellos se pusieron de pie al escuchar su nombre y dijeron: “Presente!”, como diciendo: “Aquí estoy Señor”.

Donde sirven

P. Pedro Teresa McConnell, FHS

Vicario parroquial

La Parroquia San Juan Bautista, en Laveen, y la Parroquia San Pedro, en Bapchule, y sus misiones respectivos

Efectivo el 1 de junio

P. Christopher Gossen

Vicario parroquial

La Parroquia Nuestra Señora de Perpetuo Socorro, en Glendale

Efectivo el 1 de junio

Llamados al servicio y la santidad

Es importante destacar que una de las lecturas y parte del rito de ordenación fue en español. Precisamente en español el Obispo Olmsted les dijo a los que estaban a punto de ser ungidos como miembros del presbiterio: “Ustedes van a ser ordenados sacerdotes para servir a sus hermanos”.

“Ustedes están llamados a santificar el pueblo de Dios y a celebrar la Santa Misa ante los desafíos que representa la realidad actual” les advirtió.

Ante la feligresía atenta y en medio de un clima de devoción, el pastor diocesano recordó a los que solo minutos después serían los sacerdotes más nuevos de la diócesis.

“Necesitamos sacerdotes cercanos a Cristo, que vivan y anuncien con su vida la Palabra de Dios”.

El obispo concluyó la parte en español dirigiéndose a los papás de los ordenandos “con gratitud por esos hijos suyos, que sean siempre semejantes a Cristo el Buen Pastor”.

Acto seguido llamó por separado ante a Christopher Gossen y Peter Teresa McConnell, quienes se arrodillaron ante él; tomando sus manos entre las suyas igualmente por separado les preguntó: “Prometes a mí y a mis sucesores reverencia y obediencia?”, a lo que cada uno en su turno respondió: “Prometo”.

Enseguida vino uno de los momentos más solemnes de la Ordenación: los aún candidatos se postraron rostro al piso en señal de entrega y humildad, mientras celebrantes y pueblo de Dios entonaron con gran devoción la “Letanía de todos los Santos”, pidiendo su intercesión por quienes estaban a punto de recibir las órdenes sagradas.

Una vez reincorporados los aún candidatos al presbiterio subieron de nuevo al altar, donde por separado ambos obispos les impusieron las manos en la cabeza; lo mismo hicieron los sacerdotes concelebrantes. Todo fue seguido por los fieles atentos y expectantes, pero sobre todo llenos de fe y devoción.

Vino entonces la unción de sus manos igualmente a cargo del Obispo Olmsted, quedando así oficialmente consagrados como sacerdotes. Para entonces la diócesis tenía dos nuevos ministros facultados para celebrar Misa, oír confesiones, oficiar matrimonios, bautizar, y todo lo que hace un sacerdote, con la responsabilidad de cuidar de las ovejas que les han sido encomendadas, como lo hace Cristo, el Buen Pastor.

Enseguida, frente a sus familiares les fue colocada la casulla, también llamada ornamento; así subieron al altar para colocarse al lado de los obispos y flanqueados por el resto de los sacerdotes.

La Santa Misa continuó, pero antes sus madres llevaron el cáliz, así como las ofrendas que serían consagradas minutos más tarde; esa fue la primera vez que los nuevos sacerdotes convirtieron la hostia y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Los ofrecen a Dios

Entrevistados brevemente por separado por El Sol Católico, algunos familiares de los nuevos sacerdotes no pudieron ocultar su alegría porque uno de los suyos haya decidido consagrarse en cuerpo y alma al Señor.

Tom y Lisa McConnell, padres del P. Pedro Teresa, el tercero de sus seis hijos, les expresó su inquietud de servir a Dios en algún ministerio.

“De todo corazón ofrecemos nuestro hijo a Dios, desde hace tiempo lo hicimos”, dijo Lisa. “Con humildad se lo ofrecemos a Dios y a la Iglesia”.

El P. Gossen es el único hijo de Jerry y Tina Gossen, residentes de Scottsdale que también tienen una hija Rachel.

“Siempre estaremos ahí para apoyarlo como lo hicimos durante su preparación, él está en las manos de Dios y siempre contará con nosotros”, dijo Tina. “Sobre todo nos sentimos bendecidos”.

Rachel también se mostró contenta por tener un hermano sacerdote, se dijo orgullosa; y recordó que, de niños, su hermano Chris siempre la cuidó y la protegió como su hermano mayor que es. “Tener un sacerdote en la familia para nosotros es una gran bendición”, expresó.

Los reciben con los brazos abiertos

Domitila Valle, una feligrés de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro asistió al magno evento religioso por dos razones: primero porque nunca había asistido a una Misa de Ordenaciones sacerdotales; la otra, porque el P. Gossen comenzará a servir en su parroquia.

“Estamos muy contentos porque nos anunciaron que el P. Chris vendrá a nuestra Parroquia, así que quise estar presente en su ordenación, de hecho, vinimos varias personas de nuestra parroquia. Estamos listos para recibirlo con los brazos abiertos”, dijo.

Por su parte José Francisco Ávila, quien pertenece a la Parroquia Reina de la Paz, en Mesa, y además es candidato al diaconato permanente, comentó que se siente motivado tras haber asistido a la ordenación de los dos nuevos sacerdotes.

“Me motiva para seguir adelante con mi preparación y a reafirmar mi compromiso con Dios y con mi Iglesia”, señaló. “De estos nuevos padres estoy seguro de que los serán buenos y santos sacerdotes. Así que les dados la bienvenida”.