No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
— Juan 15:13
WASHINGTON (CNS) — Cincuenta años después del asesinato del Reverendo Martin Luther King Jr. “tenemos que preguntarnos si estamos haciendo todo lo que podemos para edificar la cultura del amor, el respeto y la paz a la cual nos llama el Evangelio”, dijo el Comité Administrativo de los obispos de los Estados Unidos el 28 de marzo.
El 4 de abril de 1968 James Earl Ray asesinó al líder de los derechos civiles mientras él estaba parado en el balcón de su habitación de hotel en Memphis, Tennessee. El Reverendo King, ministro bautista, tenía 39 años de edad.
Reflexionando sobre la vida y obra del Reverendo King, el comité preguntó en un comunicado: “¿Qué se nos está pidiendo que hagamos por nuestros hermanos y hermanas que todavía sufren el peso de racismo?”.
Este 50º aniversario “nos ofrece un momento importante para ser inspirados por la manera en que el Dr. King se mantuvo firme en su principio de la resistencia no violenta, aún frente a años de ridículo, amenazas y violencia por la causa de la justicia”, dijo el comité.
Siendo el activista de los derechos civiles más prominente de sus tiempos, el Reverendo King luchó por todas las razas y contra un sistema que promovía el racismo y la división racial. Él es muy conocido por abogar contra la violencia y por la desobediencia civil para lograr cambios.
El Comité Administrativo recordó en su comunicado que el Reverendo King fue a Memphis a apoyar a los empleados afroamericanos del saneamiento público mal pagados y explotados.
“Nuestro credo nos insta a ser valientes, a arriesgar parte de nosotros defendiendo la dignidad de nuestro prójimo, que fue hecho a la imagen de Dios”, dijo el comité. “El Papa Francisco a menudo nos recuerda que nunca debemos quedarnos de brazos cruzados ante un gran mal o una necesidad extrema, aún en un entorno de peligro”.
La mejor manera de honrar al Reverendo King “y preservar su legado”, añadió, “es pedirle audazmente a Dios — hoy y siempre — que profundice nuestro compromiso de seguir su voluntad a donde sea que nos lleve en la causa de promover la justicia”.
El asesinato del Reverendo King desencadenó una ola de revueltas y otos disturbios en ciudades de todo el país. Conocido como el Levantamiento de Semana Santa, estos duraron del 6 al 14 de abril, que era la Pascua en ese año.