El Obispo Thomas J. Olmsted saluda a la congregación durante la Misa de su instalación como obispo de la Diócesis de Phoenix el 20 de diciembre del 2003 en la Catedral SS. Simón y Judas. (Foto Archivo/CATHOLIC SUN )

Nota del editor: Para conmemorar el 50 aniversario de la Diócesis de Phoenix, el obispo Olmsted se sentó con Michael Dixon para una entrevista en “The Bishop’s Hour (La Hora del Obispo)”, reflexionando sobre el pasado, el presente y el futuro de la Iglesia en Arizona. La conversación ha resumida, editada y traducida. La serie del Obispo Olmsted sobre Las Trascendentales regresará en la edición de diciembre de 2019 de The Catholic Sun.

Misa del 50 Aniversario de la Diócesis de Phoenix

7-9 p.m., 2 de diciembre

Comerica Theatre, 400 Oeste Calle Washington, Phoenix

Todos los fieles son invitados a celebrar el 50 Aniversario de la Diócesis de Phoenix asistiendo a la Misa y los festividades antes o siguiéndola en línea.

5:30 p.m.: Concierto antes de la Misa con Tom Booth

6:30 p.m.: Un tributo a la historia de la diócesis, una procesión de las parroquias y una presentación de ofrendas a la Sagrada Familia

7 p.m.: Misa

Será gratuita la entrada, pero boletos son requeridos. Los interesados a asistir deben contactar a sus parroquias.

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Michael Dixon: ¿Qué significado tiene para usted el 50 aniversario de la Diócesis de Phoenix?

Obispo Olmsted: Después de haber vivido en Europa durante mucho tiempo, sé que 50 años parecieran nada. Pero para aquellos de nosotros que estamos aquí en la Diócesis de Phoenix, son nuestros 50 años, y es un período de tiempo significativo cuando le echas una mirada a la historia de la Iglesia. Muchas cosas han sucedido en los últimos 50 años a raíz del Concilio Vaticano II. Ha sido un tiempo en que el Espíritu Santo nos ha llevado más allá de lo que pensábamos antes, en términos de uso de nuevos medios los asuntos de la evangelización.

Usted ha estado aquí 16 años, más del 30 por ciento de la historia de la Diócesis de Phoenix. ¿Podría compararnos y contrastarnos un poco entre lo que encontró cuando llegó aquí y dónde estamos hoy? ¿Es lo que esperaba?

Bueno, era una de las muy pocas diócesis en las que no conocía a ningún sacerdote, diácono, líder religioso o laico antes de llegar, así que fue algo inusual para mí. Ahora me siento muy parecido al padre espiritual, y me siento tan cerca de esta familia. En un nivel muy personal, estoy profundamente emocionado por estar aquí. Al principio, no estaba seguro de lo que el Señor tenía en mente para mí. Pero recuerdo muy claramente las primeras palabras del (ex) obispo (Thomas J.) O’Brien. Fue un momento difícil en su propia vida, pero él me dijo: “Vas a venir a una diócesis maravillosa”. Y tenía razón, es una diócesis maravillosa.

Lo que me impresiona es que esta diócesis es tan vibrante. Todo el suroeste está creciendo, y eso presenta alegría y desafíos. ¿Estamos preparados para abrazar a las nuevas personas que entran?

No creo que alguna vez podamos estar completamente preparados. No podemos presumir que sabemos qué personas están llegando, incluso ni sabemos de qué país provienen o el idioma que hablan, o lo que sea. Creo que es saludable que aprendamos de ellos; están trayendo talentos que serán buenos para nosotros como comunidad. Estamos creciendo muy, muy rápido, y si el Señor nos pide que vivamos en este momento de la historia, confiamos en que Él nos da la gracia de responder en este momento de la historia.

Hablando de crecimiento, tenemos grandes comunidades de todas partes que se han mudado aquí. ¿Qué ha traído eso a la diócesis?

Creo que nos ha traído una sensación más amplia de ser Católicos. El Católico abarca cada cultura, cada idioma. Estamos llamados a salir a todo el mundo. En muchos sentidos, gran parte del mundo se acerca a nosotros. Lo único que nos une es Jesucristo y la fe Católica, y la fe Católica nos lleva más allá de donde estamos. Las últimas palabras de Jesús para nosotros fueron ir a enseñar a todas las naciones. En nuestro caso, mucho de eso es dar la bienvenida a los que vienen aquí. Salimos al encuentro de quienes han venido a nosotros y les damos la bienvenida.

El Obispo Thomas J. Olmsted firma la Profesión de Fe y el Juramento de Fidelidad antes de asumir el episcopado de Phoenix, el 19 de diciembre del 2003 en la Catedral Ss. Simón y Judas. (Foto Archivo/CATHOLIC SUN)

En 2017 usted lanzó una campaña, “Together Let Us Go Forth ~ Juntos Sigamos Adelante”, una campaña de $100 millones para la evangelización y el discipulado. Cuéntenos más sobre eso y dónde estamos hoy con esa campaña.

La razón principal de “Together Let Us Go Forth ~ Juntos Sigamos Adelante” es la evangelización y el discipulado, porque eso es lo que Dios quiere que seamos. Y tenemos que hacerlo realmente porque estamos creciendo muy rápido. Necesitamos ser discípulos misioneros. Se está volviendo cada vez más importante, porque encontramos una sociedad que es cada vez menos cristiana. Así que solo vive tu fe, agradece dando gracias a Dios, donde sea que estés, para no avergonzarte de tu fe Católica.

Lo más importante que hemos visto son las conversiones. Nos ha sorprendido la generosidad. Muchas personas han respondido con gran entusiasmo a la campaña y están generosamente haciendo obsequios de sacrificio. En ese sentido, esperamos poder hacer algunas cosas que son muy necesarias, como establecer la Escuela Secundaria Católica San Juan Pablo II en el lejano Oeste del Valle, y una nueva escuela primaria en Lake Havasu. Asimismo en el fortalecimiento de los Centros Newman en nuestros tres campus universitarios. Todos sienten que no están olvidados, que estamos orando por ellos. Hay una sensación de cohesión.

¿Cuál es la mayor necesidad de la Iglesia hoy, tanto aquí como a nivel mundial?

Hay una necesidad de humildad, especialmente con lo que hemos tenido que enfrentar en el terrible escándalo. Cuando aquellos que son ordenados a servir a otros en realidad se están aprovechando de otros, es un escándalo horrible. Lo que se necesita hoy es una verdadera sensación de humildad, y pedir el perdón de Dios y buscar su misericordia. El Señor trabaja bien en un corazón humilde. Es tierra fértil para que Él trabaje.

Al mismo tiempo, debemos ser valientes. Es especialmente en los momentos en que nos veíamos más débiles o cuando las cosas parecían desesperadas, como en el Viernes Santo, cuando ocurren las mayores explosiones de gracia y maravilla. Eso es cierto para nosotros ahora. Debemos creer que la misericordia de Dios significa que Él se acerca más a nosotros. Necesitamos un espíritu de humildad, pero al mismo tiempo, coraje y alabanza por la misericordia de Dios, que siempre está presente y trabaja dentro de nosotros.

Es sorprendente cuando nos rendimos ante Él y descubrimos que Él hace cosas que nunca esperábamos, y eso nos da coraje para confiar en Él en lo que venga después.

¿Qué le causa a usted alegría y esperanza?

Estoy muy agradecido por nuestros sacerdotes. Tenemos algunos sacerdotes maravillosos, y están sirviendo ahora mismo en un momento en que a menudo reciben comentarios que son muy desagradables e injustos para ellos. Pero están sirviendo con alegría y convicción. Encuentro una gran gratitud por parte de nuestra gente en las parroquias.

Estoy extremadamente agradecido por todas esas personas que están involucradas con el matrimonio y la familia. La Diócesis de Phoenix tiene uno de los mejores programas de preparación para el matrimonio. Tenemos una maravillosa enseñanza de Planificación Natural de la Familia. Cuando veo a todas estas familias vibrantes que tenemos en nuestras parroquias, me da una gran esperanza para el futuro.

El Obispo Thomas J. Olmsted bendice a una pintura de la Sagrada Familia y la Trinidad comisionado por la Diócesis de Phoenix para conmemorar el 50 aniversario en una ceremonia el 22 de agosto en el salón de la Parroquia San Gregorio . (Jesús Valencia/CATHOLIC SUN)

¿Cuáles fueron los principales desafíos que ha enfrentado en los últimos 16 años? Quiero decir, no siempre ha sido un viaje suave, ¿verdad?

No, por supuesto que no. Jesús dice que si deseas encontrarte con Dios el Padre, debes tomar tu cruz cada día y seguirlo. Una de las primeras cosas que hice fue conocer realmente a los sacerdotes y alentarlos, porque en ese momento había cierto desánimo entre los sacerdotes y los diáconos y sus esposas.

La segunda cosa fue poner en marcha un programa de preparación matrimonial realmente fuerte, que tenemos la bendición de tener ahora. Antes sucedían algunas cosas buenas, pero había formas en que debían fortalecerse en términos de preparar realmente a las parejas para los desafíos que se les presentaban. Otra área importante era, por supuesto, las vocaciones sacerdotales, y también los religiosos y religiosas. Hemos sido bendecidos de que tantas comunidades hayan venido a nuestra diócesis en estos 16 años.

Ha sido una verdadera bendición para la Diócesis de Phoenix. No sé si la gente sabe cuántas comunidades religiosas hay aquí.

Durante la primera semana que estuve aquí, una de las cosas que escribí en mi diario fue que teníamos una gran pobreza con respecto a la vida religiosa. No teníamos casas madres (centrales). No teníamos casas provinciales. Teníamos muy pocos religiosos y religiosas aquí y, sin embargo, con la quinta ciudad más grande de los Estados Unidos, necesitamos el testimonio del Evangelio que proviene de religiosos y religiosas, y Dios ha respondido a esa oración. Esa ha sido una de mis oraciones constantes, que Él nos envíe religiosos y religiosas que nos ayuden a dar testimonio del Evangelio, y la forma única en que lo hacen a través de sus votos de pobreza, castidad y obediencia.

El tema de este 50 aniversario ha sido “Recordando la fidelidad de Jesús”. Cuéntenos qué significa eso para usted.

Es realmente importante que recordemos la fidelidad de Cristo, porque Él siempre es fiel a nosotros. Él vino por nosotros los pecadores, y la mayoría de nosotros crecemos en nuestra gratitud por Él, por tener la disposición de abrir nuestros corazones y pedir Su misericordia. Cuando recordamos Su fidelidad, que siempre es fiel a nosotros, encontramos nueva energía. No importa a lo que nos enfrentemos, Él estará allí. Él va a estar a nuestro lado. Entonces ahí es donde reside la esperanza. Si recordamos eso, ¿a qué debemos temer?

El Obispo Thomas J. Olmsted, representado aquí celebrando la Misa para la Semana Nacional de las Escuelas Católicas en la Catedral SS. Simón y Judas, en esta foto archivo del 3 de febrero del 2016, expreso gratuita para mucho en la diócesis, especialmente su hermano sacerdotes . (Timothy Baginski/CATHOLIC SUN file photo)

Usted ha estado pidiendo a las familias que se consagren a Jesús a través de María. ¿Por qué eso específicamente? ¿ Y cómo hacemos para hacer eso?

Una consagración es cuando te confías a Jesús a través de María. Cristo nos dio a Su madre. Necesitamos su intercesión, y ella constantemente nos lleva a Jesús. Entonces, cuando haces una consagración a María o te confías a María, permites que ella te acerque a Jesús. Eso es exactamente lo que ella siempre hace. Y hay momentos en que necesitamos, además de nuestra madre terrenal, necesitamos a nuestra madre espiritual, y ser conscientes de todas las formas en que ha ayudado a la Iglesia a través de los siglos.

¡Mira a Nuestra Señora de Guadalupe, quien en esos primer cinco años después que apareció, convierto cerca de 10 millones indígenas mexicanas al Catolicismo! Era intercediendo para nosotros y dándonos una señal que su Hijo era nuestro Salvador, y que Él será con nosotros en esta nueva país.

Cuando llegó a Arizona, no conocía a nadie; no diferenciaba un cactus de otro. Pero sé que desde 2003 usted se ha enamorado de Arizona, tanto de la topografía como de la gente. ¿Qué es lo que le gusta de Arizona?

Amo su historia. Amo al Padre Kino. Hay mucha de nuestra historia que es realmente rica. Amo el desierto y amo el senderismo. Salgo de excursión tan a menudo como puedo. No hay nada como la maravilla del desierto. Hay tanta belleza y tanta vida. Cuando sales par ir de excursión temprano en la mañana, pudes ver los codorniz, las tórtolas, las liebres, los conejos de cola de algodón, los coyotes y los zorros. Todos estas señales maravillosas de la vida.

¿Qué proyectan en los próximos años? ¿Dónde vamos? ¿Cómo se verá todo?

Solo Dios lo sabe, por supuesto. Vamos a ser una Iglesia que tendrá que tener una raíz más profunda en Cristo. Creo que los años inmediatamente siguientes serán muy difíciles. Continuamos luchando con una gran parte de la sociedad que ya no cree en Dios. Entonces, creo que ese desafío está ahí. Pero ya sabes, la luz es más brillante y más maravillosa cuando hay oscuridad. Creo que debemos esperar que el Señor nos pida que tengamos una fe real y viva.

Estamos realmente agradecidos con Dios por nuestra fe y por dejar que la luz de Su verdad, Su misericordia brille de la forma en que, día a día, amamos a nuestra esposa, amamos a nuestro esposo, amamos a los miembros de nuestra familia, amamos a aquellos que Dios nos da para que los amemos.

Y no debemos olvidar a los pobres. Necesitamos tener a ellos en cuenta constantemente, porque ellos siempre estarán con nosotros, porque es ahí donde esta Jesús y veamos a Él en sus caras.

Muchos gracias. Que Dios te lo bendiga.

Que Dios te bendiga a ti, Michael.