Convalidación enciende una fe más profunda

Matt y Kerri Meehan se conocían durante años antes de casarse en una ceremonia civil en 2010. Estaban sorprendidos cuando decidieron bendecir su matrimonio por la Iglesia.

Fue entonces cuando descubrieron que tendrían que pasar por el programa de preparación matrimonial de nueve meses requerido por la Diócesis de Phoenix. Alrededor de 800-900 parejas participan en el programa cada año que incluye Planificación Natural de la Familia, así como otras clases y talleres. La financiación de la Campaña de Caridad y Desarrollo (CDA por sus iniciales en inglés) ayuda a proporcionar capacitación a los coordinadores de preparación matrimonial como Barb Lishko.

La Campaña de Caridad y Desarrollo (CDA)

La CDA apoya las obras de la Diócesis de Phoenix a través de más de 70 organizaciones caritativas y comunitarias en la Diócesis de Phoenix.

APRENDE MÁS — DAR ESPERANZA

Lishko ha estado enseñando a parejas, incluyendo a los Meehan, sobre el sacramento del matrimonio y la riqueza del amor incondicional durante casi 10 años.

“Creo que es un hermoso regalo que entregamos a estas parejas, en particular en esta cultura donde los matrimonios se rompen tan frecuentemente”, dijo Lishko. Ella estima que alrededor de ocho de cada 10 parejas son de familias en las que se produjo el divorcio.

“No han visto el testimonio de un matrimonio feliz, fiel, gozoso y comprometido”, dijo Lishko. La preparación para el matrimonio en la Diócesis de Phoenix está orientada a cambiar todo eso.

Los Meehan dijeron que las clases de matrimonio y el retiro diurno que experimentaron en la Parroquia San Andrés, en Chandler, hicieron una gran diferencia en su vida juntos.

“Definitivamente nos ayudó a tener un matrimonio más saludable”, dijo Kerri. “Aprendimos a comunicarnos mejor, a ser más respetuosos unos con otros y a asegurarnos de que estábamos poniendo nuestra fe en primer lugar en todo lo que hicimos como familia”.

La pareja tiene un hijo de 9 años y una hija de 8 años que ahora están participando en el programa de educación religiosa en San Andrés. Matt señaló las habilidades de comunicación que aprendió la pareja a través de la preparación para el matrimonio.

“Aprendimos a comunicarnos más eficazmente y a trabajar juntos en conflictos y a no aferrarnos a las cosas”, dijo Matt.

Matt y Kerri Meehan dirigen a sus niños MJ y Ryleigh en rezando antes que comer lonche. La pareja desde la Parroquia San Andrés, en Chandler, fueron casados en una ceremonia civil y recientemente tuvo su matrimonio convalidado por la Iglesia. (Billy Hardiman/CATHOLIC SUN)

La vida de la familia Meehan ahora se centra en su familia parroquial: Matt está en el consejo de corresponsabilidad y Kerri enseña educación religiosa a estudiantes con necesidades especiales en San Andrés. “Nuestro hijo es un niño lector”, agregó Kerri.

¿Qué dirían a las parejas que están contemplando la preparación para el matrimonio en la Iglesia?

“Hará que tu relación mejore y enriquecerá la relación que ya tienes”, dijo Matt. “Le da un mayor significado y gravedad a tu relación cuando estás casado por la Iglesia”.

“Creo que cuando terminamos de pasar por la convalidación éramos mucho más fuertes en nuestra fe”, dijo Kerri. “Es muy importante para nuestra familia poner la fe en primer lugar y ser ejemplos para nuestros hijos. Realmente aprendes mucho en el programa”.

Niños hermanos Ryleigh y MJ Meehan coloran en el piso de su sala en su hogar. Sus padres, Matt y Kerri, desde la Parroquia San Andrés, en Chandler, fueron casados en una ceremonia civil y recientemente tuvo su matrimonio convalidado por la Iglesia. (Billy Hardiman/CATHOLIC SUN)

Mike Phelan, director de la Oficina de Matrimonio y Respeto a la Vida de la Diócesis de Phoenix, dijo que la financiación de la CDA hace posible que la oficina exista.

“Somos capaces de ver claramente el impacto de la evangelización inicial de las parejas que están en proceso de preparación matrimonial”, dijo Phelan. La oficina capacita a 40-50 personas cada año para liderar la preparación del matrimonio a nivel parroquial.

“Los matrimonios fortalecidos son la fuente de todas nuestras vocaciones en la Iglesia, y las parejas casadas hoy en día se enfrentan a desafíos sin precedentes al vivir bien y fructíferamente sus matrimonios”, dijo Phelan. “Un sacerdote o una religiosa se prepara para años durante su vocación, y este plazo es mucho más corto para las parejas, pero es un tiempo muy precioso.

“Es muy posible vivir un matrimonio lleno de gozo con Dios en el centro, y su matrimonio literalmente cambiará el curso de la historia para al menos las personas en su círculo”.